En los últimos nueve meses, la economía chilena se ha visto afectada por dos importantes eventos, por una parte los hechos ocurridos a partir de octubre del año pasado, y por otro lado, la pandemia del Covid-19 a partir de marzo. Ambos eventos han impactado en las expectativas de crecimiento económico del país y en el desempeño y proyección de diversos rubros, entre ellos el inmobiliario industrial logístico.
En esta línea, en junio pasado el Banco Central de Chile modificó las proyecciones de crecimiento económico para Chile para el año 2020, ubicándolas en un margen de -5,5% y -7,5% de decrecimiento. A partir de las cifras expuestas, cabe destacar que el escenario económico se ha visto fuertemente influenciado por las restricciones de desplazamiento, el cierre de comercio y de otras actividades económicas no esenciales, impuestas por las autoridades sanitarias para contener el contagio del Covid-19. Sin embargo, se espera que los efectos del Covid-19 sobre la economía nacional vayan disminuyendo a fines de año, permitiendo una reactivación económica a partir del 2021.
¿Cómo se ha comportado el mercado de bodegaje en el actual contexto? Según lo indicado por la consultora Inmobiliaria JLL, en su Informe de Mercado Industrial del 1er Semestre de 2020, la actividad se ha visto marcada por el la demanda por metros cuadrados de bodegas industriales a raíz del explosivo aumento del Comercio Electrónico y el cierre de tiendas en el sector retail, sin embargo, no es posible cuantificar aún el impacto de estos dos acontecimientos en el mercado de bodegas industriales.
Ahora bien, en torno a las cifras del Mercado Inmobiliario de Bodegas el informe establece que durante el primer semestre del año, se registró una producción de 83.400 m² de bodegas clase A y B, principalmente en el submercado Poniente (con casi 65.000 m²). Esto representa un crecimiento del 2,4% del stock total en relación con el periodo anterior.
“La situación económica actual a nivel país, y sus proyecciones, han incidido en la toma de decisiones y el desarrollo de nuevas etapas o centros de bodegas industriales, aunque no en todos los casos, debido a que algunos proyectos siguen adelante. Estas decisiones por parte de los desarrolladores, se traducirían en una menor oferta de la esperada para el segundo semestre”, describe el reporte de JLL.