¿Sabías que en Chile se desechan aproximadamente 3 millones de celulares y 500 mil computadores al año? De hecho, debido al acelerado avance tecnológico miles de artículos electrónicos quedan obsoletos rápidamente, transformándose en desechos altamente contaminantes y dañinos para el medioambiente y las personas.
Considerando que el aumento de los residuos electrónicos es exponencial, el reciclaje y la gestión de este tipo de desechos se torna fundamental para minimizar sus efectos contaminantes. No obstante, este tipo de reciclaje requiere personal calificado; una necesidad que la empresa nacional Kyklos, orientada al diseño e implementación de modelos de cultura ambiental, reciclaje y economía circular, ha tomado en cuenta desarrollando el Centro de Inclusión y Reciclaje, recinto en el cual se entrenará a personas con autismo en materias de reciclaje de residuos electrónicos; un proyecto que la compañía ha concretado con el aporte de Corfo, Entel y Bodegas San Francisco.
Según comentó, Hernán Hochschild, director ejecutivo de Kyklos “esta es una iniciativa que busca maximizar el impacto social del reciclaje en Chile a través de la participación de personas con capacidades diferentes, en este caso personas con autismo, las que tendrán en nuestro Centro la oportunidad de desarrollar habilidades laborales en materia de reciclaje para incorporarse al mercado laboral”.
Consultado respecto al origen de este proyecto, Hochschild comentó que “hace tres años conocimos una experiencia similar en Estados Unidos, donde personas con autismo eran capacitadas en tareas de minería urbana (reciclaje de chatarra electrónica), alcanzando altos niveles de productividad. Tras conocer esta iniciativa, nos dimos a la tarea de concretar un centro de capacitación en este tipo de reciclaje que tuviera como punto focal la inclusión, tarea en la cual contamos con el apoyo de la Fundación Contrabajo encargada de la capacitación y apresto laboral de las personas. Así, hemos logrado unir varias puntas para construir un proyecto con valor social, medioambiental y económico”.
Con mil metros cuadrados de superficie, una arquitectura inclusiva, salas de capacitación, camarines y espacios de descanso especialmente creados para personas con autismo, el Centro de Inclusión y Reciclaje de Kyklos; ubicado en el Centro Logístico BSF – Lo Espejo, se instala como único en su clase en el país. En esta línea, Hochschild manifestó que “debemos agradecer el apoyo total que hemos recibido de Bodegas San Francisco, que se ha hecho parte de este proyecto desde el primer momento, aportando con su experiencia a nivel arquitectónico y de diseño para poder contar con un recinto de primer nivel y que incluso ha financiado algunos aspectos del proyecto”.
A su vez, el director ejecutivo de Kyklos destacó el apoyo de Entel y Corfo en el desarrollo del proyecto, comentando que “con el apoyo de Entel estamos instalando una red de reciclaje de celulares en colegios, iniciativa que, sumada al Centro de Inclusión y Reciclaje permite que lo que antes se quedaba en el vertedero ahora se transforme en una oportunidad para aquellos que no tienen oportunidad”.
En tanto, cabe destacar que el Centro de Inclusión y Reciclaje entró en operaciones el lunes 04 de noviembre con 7 alumnos; y según Hochschild se espera que en el corto plazo aumente el número de alumnos a 30.