El robo de camiones de carga es una de las problemáticas más importantes que debe enfrentar el proceso logístico. Se trata de ilícitos de carácter violento que ponen en jaque a las organizaciones y tienen un alto impacto social, ya que se ejecutan en las principales rutas del país y focos urbanos, lo que representa, tanto para las víctimas directas como para el entorno, un riesgo inminente.
En torno a este tipo de ilícitos, no existen cifras oficiales por parte de la autoridad, no obstante, los actores de la actividad logística y los gremios del transporte de carga han denunciado un incremento sostenido de robos de mercaderías en ruta, sobre todo a partir del estallido social de octubre, situación que se ha exacerbado tras el advenimiento del Covid-19. En esta línea, desde los gremios aseguran ser víctimas de, al menos, siete robos y saqueos por día en las rutas que conectan a los puertos de la V Región con la Región Metropolitana de Santiago, en la zona denominada “Triángulo de las Bermudas” que comprende las rutas San Antonio- Santiago, Valparaíso-Santiago y Américo Vespucio en la RM, el que concentra el 78% de los robos de camiones en el país.
Ahora bien, cuando se trata de garantizar la seguridad en el transporte de mercancías, cada empresa suele tener sus prioridades y métodos para ello. Esto tiene que ver con que las flotas de vehículos no son iguales ni en el número ni en las condiciones y, por ello, es lógico que también varíen las necesidades.
Sin embargo, al margen de estas singularidades, es posible sostener que ciertos factores básicos que se pueden aplicar para garantizar la seguridad en el transporte. Para ello, la clave está en adaptar de la mejor manera posible la flota de vehículos a las circunstancias y las coyunturas en las que se realizan los servicios de transporte.
Dicha adaptación tiene un costo, el cual se ve reflejado en la instalación de sistemas informáticos, dispositivos de control y, en la adquisición de tecnología para mejorar la calidad de los servicios y brindar mayor seguridad y apoyo a los conductores que son la primera línea ante este tipo de siniestros.
En torno al transporte de carga existen 6 factores que no se pueden pasar por alto si se quiere garantizar la seguridad del proceso:
Los electrodomésticos, la ropa y los medicamentos son algunos de los artículos más robados durante su transporte. De ahí que sea necesario contar con sistemas de seguridad como alarmas, sensores y tecnologías de georreferenciación (GPS) que nos adviertan de actividades sospechosas o del intento de hurto.
Aquí entran todos los elementos que sirven para tener una monitorización eficaz del proceso de transporte, entre los que destacan: el estado de las rutas y del tráfico, estado de la flota (disponibilidad) y de los conductores.
Resulta relevante que las compañías de transporte de mercancías contraten seguros que les permitan cubrir, si procede, los costos de los incidentes que puedan presentarse. Aumentar la seguridad de las mercancías que transportan los vehículos de su flota y el bienestar del recurso humano a través de seguros impacta positivamente, tanto a nivel de costos como a nivel de reputación para la empresa.
Considerando el importante rol que los conductores o despachadores de mercaderías tienen en el proceso de transporte, mantener una comunicación regular con él es imprescindible. Al mismo tiempo es importante el entrenamiento de este recurso humano para que evite situaciones de riesgo como: encerronas de vehículos, entregar información relevante relacionada a la carga a desconocidos o respetar protocolos de seguridad durante la conducción.
Cuando se tiene un escolta dedicado exclusivamente a la seguridad sobredimensionada o de alto valor, se aumenta la oportunidad de detectar situaciones de riesgo y evitar robos. No obstante, es importante rotar los escoltas con regularidad para prevenir situaciones de colusión delictual.
Un vehículo parado en la carretera por falla mecánica es el escenario ideal para un robo de carga. Para ello, se debe contar con buenos programas de mantenimiento preventivo y contemplar la revisión de llantas, frenos y todos los aspectos del equipo con toda regularidad. Además, los conductores deben estar capacitados acerca de la importancia del mantenimiento y es necesario que sepan cómo tomar un rol proactivo en la revisión diaria de sus camiones para operar adecuadamente.